Buocargo, Cadena de Suministro

Consejos básicos para un buen Cubicaje

El transporte de carga terrestre es el medio más utilizado para el traslado de mercancías, principalmente en función de distancias cortas. Esto sucede por medio de carreteras que facilitan la circulación de unidades de carga. Así mismo, permite transportar casi todo tipo de mercancía favoreciendo considerablemente a la cadena de suministro. 

Este transporte de carga terrestre se ejecuta por medio de unidades o vehículos que en México se clasifican según su nomenclatura, número de llantas y  ejes como lo son:

  • Camión unitario (C): Vehículo automotor de seis a diez llantas con dos o tres ejes.
  • Camión remolque (C-R): Vehículo automotor constituido por un camión unitario con un remolque acoplado mediante un convertidor, de catorce a veintidós llantas con tres a seis ejes.
  • Tractocamión articulado (T-S): Vehículo automotor constituido por un tractocamión y un semirremolque de diez a veintidós llantas con tres a seis ejes.
  • Tractocamión doblemente articulado (T-S-R): Vehículo automotor constituido por un tractocamión, un semirremolque y un remolque y otro semirremolque acoplados mediante mecanismos de articulación de dieciocho a treinta y cuatro llantas con cinco a nueve ejes.

Para seleccionar correctamente el tipo de unidad de transporte de carga terrestre requerida es imprescindible tomar en cuenta lo siguiente:

  1. Tipo de mercancía a transportar.
  2. Embalaje. Tarima estándar, Europallet, Tarima personalizada, Cajas, Guacales, Bins, Supersacos, Bultos, Totes, Tambores, etc.
  3. Capacidad de carga (metros cúbicos y en kilogramos/toneladas) de la unidad. Esta característica se puede calcular , el cual consiste en acomodar la mercancía en un soporte de manipulación o medio de transporte.

Tiene como objetivo aprovechar al máximo la capacidad de carga de la unidad cumpliendo con las normas y lineamientos para no exceder el peso bruto vehícular establecido. Optimizar el cubicaje de los servicios permite disminuir los costos logísticos, impulsar la competitividad y agilizar el tiempo de distribución de mercancías.

¿Cómo se calcula el cubicaje?

Para calcular el cubicaje se debe considerar el peso real y el peso volumétrico de la mercancía.

El peso real se refiere al peso bruto en kilogramos.

El peso volumétrico de la mercancía se calcula con la siguiente fórmula. En el caso del transporte terrestre únicamente es aplicable cuando las mercancías son remontables / apilables):

PESO VOLUMÉTRICO= VOLUMEN (m3) X FACTOR DE CONVERSIÓN (m3/kg)

o lo que es lo mismo

PESO VOLUMÉTRICO= LARGO (m) X ANCHO (m) X ALTURA (m) X FACTOR DE CONVERSIÓN (m3/kg)

Estos pueden ser muy diferentes dependiendo de la carga, por ejemplo si se transportan almohadas su peso volumétrico será mayor que su peso real en cambio si se transportan llaves inglesas su peso volumétrico será menor que su peso real.

Para un adecuado cubicaje se deben tomar en cuenta diversos factores como:

  • La señalización del embalaje de la mercancía: La cual menciona como se puede manipular correctamente de acuerdo al tipo de carga (general, a granel o especial) y sus instrucciones de almacenamiento en la unidad.
  • Personal encargado: Durante el traslado de la mercancía su responsable es el transportista, no obstante también manipula la carga el personal de coordinación y supervisión que planifica con anticipación el método de cubicaje.
  • Remontabilidad: Determina si la mercancía cuenta con características que permitan colocar otra encima sin afectar su embalaje, sin embargo se debe considerar la altura máxima de la estiba.
  • Estabilidad: Al distribuir la carga de manera uniforme en la unidad de transporte genera un centro de gravedad correcto para evitar movimientos que puedan dañar la mercancía.

 

Para evitar pérdidas relacionadas a los costos logísticos, es de suma importancia tener siempre en almacén de origen un punto de control, donde se tenga claridad y detalle del cubicaje de la mercancía a trasladar. De lo contrario, pueden existir pérdidas en traslados adicionales a los planeados en unidades con menor capacidad volumétrica o de peso, costos por maniobras de acomodo o traspaleo, multas de clientes por no entregar con sus políticas de embalaje, utilizar unidad con sobre capacidad, entre otros.

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